Gaira poética
- Dianny Rincón
- 20 nov 2016
- 1 Min. de lectura

La dicha de ser Gaira en épocas de Simón,
Es que presenció amores mestizos, en tiempos de traición,
Era una tarde húmeda, el sol no estaba en su esplendor,
El arcoíris partía el cielo en dos, recordando un antiguo pacto de Dios.
¡Oh! Que hermoso atardecer que ante mi ser me deja poseer,
Sí; risas de niños, hombres y abuelos.
Amores y desamores que ante mis oídos se consumen y se convierten en duelo.
<<Rica agua, rico viento>> gente que grita sin aliento.
La pequeña Catalina, en sus encantos va riendo.
Y aquel marinero de mi agua va tomando y en medio de una grave voz a su merced le va cantando.
<<Madre mía, la bendita,
Madre suya, la inaudita
Quién será esa chica que a mis ojos ha encantado
Que a mi corazón ha deslumbrado
Que desea una cita con usted de este amable descortés
Pero a que su vez
Muy amoroso ha pedido que salga usted y encante con su hermosura a este viejo que a su corazón
grita,
no hay otra como usted>>
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